Lejos del ajetreo de las grandes ciudades, aparece el pueblo de Cochamó como una puerta de entrada hacia “Las Patagonias”. Mira hacia el sur hacia el Volcán Yates y desde las orillas pedregosas del estuario de Reloncaví, uno de los ecosistemas marinos más ricos del país.
Las crónicas mencionan que durante el siglo XVIII ya estaba poblado este estuario por unas doscientas familias chilotas y más atrás en el tiempo hay evidencia también de los Huilliches que navegaban y mariscaban en sus orillas. Primero como caserío fue nombrado “Conchamó” (lugar de conchillas) hasta que en el año 1904 se instala la empresa Chile-Argentina con una grasería y frigorífico para la conservación de carnes recibiendo así su nombre actual, Cochamó.
Por este pueblo pasaron todos los arrieros que bajaban de los valles de Cochamó y Puelo a comerciar sus animales. También fue lugar de pescadores artesanales y escafandras, aquí se transaron las papas, la miel y el queso, y con esto se fue forjando una cultura original que nada tenían que ver con el desarrollo moderno. La llegada del camino vehicular en 1986 vino a remecer estas formas de vida y a enfrentarlas a nuevos desafíos. Hoy Cochamó y sus habitantes dan la bienvenida a los miles de visitantes nacionales y extranjeros que buscan conectar con la naturaleza virgen que crece en estas montañas.